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sábado, 6 de diciembre de 2008

La Tasquita de Enfrente,

como una cueva perdida y escondida nos encontramos este bunker del deleite y el disfrute. Un restaurante delicatessen pero sin pijismos ni tonterías, solo con materias primas excelentes y una elaboración cuidada.

























Para llegar tuvimos que esquivar las obras del nuevo barrio pos modernista llamada Triball, con sus obras de remodelación, peatonalización, amplificación de aceras y su suave intento de expulsión del ambiente turbio.

En la misma Calle Ballesta encontramos también Casa Perico, mas añejo, pero igual de digno, donde podemos probar unas de las mejores ensaladillas rusas de Madrid, igual que en la Tasquita de Enfrente, aunque esta cuesta 21 € ya que la sirven con Erizos de Mar en salsa.

El local desde fuera parece mas un bar, pero cuando pasamos la saturada barra de entrada, esquivando libros y fotos, nos encontramos con un pequeño comedor, en el que caben mas o menos 35-40 comensales. El ambiente es muy tenuo y acogedor.

Hay 3 camareros, que se mueven con soltura por el local y dan un gran servicio, con sus charlas y explicaciones. Es divertido porque el camarero curioso que toma la comanda, nos la canta con mucha gracia y viviendo los platos. Por lo que podéis ver no hay carta, así que no sabemos los precios, por lo cual al final hay sopresa. Para que no haya sustos, os aviso aproximadamente del precio que os vais a encontrar. Nosotros pedimos 2 primeros, 2 segundos y un postre, un Vino tinto Matarromera, 2 Cafes y Pacharan. En total 142 €. No es un sitio barato, pero para lo bien que comimos el precio parece barato.

Tienen platos clásicos que siempre los podremos probar, pero cada dia varía la carta con diferentes ofertas.
De aperitivo nos pusieron morcilla con calabaza para untar, muy rica y con un sabor muy suave a morcilla.































Los Primeros Platos fueron:

- ENSALADILLA RUSA CON ERIZOS DE MAR EN SALSA: muy buena, cortada fina y los excelentes erizos con un suave sabor a mar.


















- SALPICON DE CARABINEROS:alpicón de Carabineros: el marisco de primera calidad y con un poco de pimiento rojo cortado fino en juliana y huevo duro. Le faltaba un poco mas de verduras y un toque acidez, ya que no llevaba ni limón ni vinagre. Aunque parezca un delito echarlo a un carabinero Vinagre o limón, pero un salpicón sin su toque de limón no tiene gracia, sea el producto lo bueno que sea.


















Los Segundos Platos fueron:

- RABITO DE CERDO IBÉRICO ESTOFADO: parece una broma que algo tan pequeño y rizado se coma, pero la verdad que nos quedamos impresionados del sabor.


















Vienen 3 pequeños trozos en una salsa espesa rojiza muy rica. No encontramos carne, solo el tocino gelatinoso y sabroso, pero el sabor era espectacular.

El plato es bastante pesado pero como viene en raciones pequeñas, te puedes dejar espacio para el postre. El parlanchin camarero nos contó que a ellos les empezaron a llegar estos rabitos de cerdo ibérico desde que los dejo de consumir el Bulli (restaurante de Ferran Adria).


- ZORZALES, ACOMPAÑADOS DE NÍSCALOS Y GUISANTES JÓVENES: no tenia ni idea lo que eran los Zorzales, pero mi incondicional acompañante de bacanales y el camarero palabrero, me informaron sobra esta delicatesse. Los Zorzales son unos pequeños pajaritos que suelen encontrarse en los olivares de la zona de Jaén y Granada.


















Se alimentan exclusivamente de olivas por lo cual su carne coge un sabor especial. Realmente esta prohibida su caza, pero se sigue haciendo.

El camarero nos explico las formas de caza, que son curiosas al no poder matarlos con una escopeta de perdigones porque destrozaría todo el pájaro.

Montan grandes "jaulas" con redes, cuando los pajaros están dentro, cogen los dueños de los olivares unas palas de padel y se dedican a perfeccionar el reverso a base apuntar a pajaritos volando. El otro método es poner pegamento en alguna superficie y así se quedan pegados los pájaros.

Los zorzales venían en asados con una espectacular, pero escasa salsa. Los níscalos y los guisantes jóvenes estaban buenos y acompañaban muy bien a este plato de caza. El sabor de la poca carne que nos encontramos tiene un toque a hígado, lo cual viene de su alimentación con olivas. Es tan pequeño el pájaro que muchas partes te las puedes comer con el hueso ya que es muy blando y delgado.

Un plato curioso, bien combinado y del que nos acordaremos.

De Postre optamos por Panacota con salsa de trufa. La panacota estaba exquisita, no muy dulce y muy suave. La salsa de trufa depende del gusto, a nosotros no nos agrado ya que tenia un sabor muy fuerte.


















En resumen, la tasquita es un sitio para recomendar, donde nos sorprenden con diferentes y peculiares productos y combinaciones. Asi que a ahorrar y a daros el gusto.

Datos de interes:

Calle Ballesta, 6
28004 Madrid
91 532 54 49

Feliz 2009.
El Deshollinator

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buena pinta, tendré que pasarme a conocerlo

:)

Unknown dijo...

Gran sitio, pero ojo que es caro.
Salut