paseando por el Madrid antiguo nos percatamos de un pequeño italiano que nos dio buena espina. El local es muy acogedor y nos encontramos con una estantería enfrente de la barra con un sinfín de botellas curiosas, por lo cual ya estuvimos un buen rato entretenidos.
El camarero era un agradable, joven y majo italiano que nos amenizo la noche. Fuimos los únicos clientes en toda la noche, por lo cual se podía disfrutar de un ambiente muy tranquilo y agradable. La música fallaba porque ponían música de Kiss FM. Que fueron de esos restaurantes italianos con el sonido de Giana Nanini, Adriano Celentano, Ramazzotti, etc.
De primero pedimos una Parmigiana (Berenjena frita con salsa de tomate y parmesano, gratinado al horno). La sirvieron en una cazuela de barro que le dio el toque rústico y junto con el buen pan, disfrutamos bastante de este plato.
El otro segundo fue un Carpaccio de Ternera. Muy bueno con su Limón, Rucula y Parmesano. Aunque suele ser un plato muy caro y de moda, estamos ante un manjar para los que nos gusta la carne cruda.
De Segunda como siempre, Pasta y Pizza. La Pasta eran Spaguetti Negros con Gambas y tomates Sherries. No gusto mucho, tenia una sabor a marisco muy fuerte.
La Pizza estaba muy buena de sabor pero el borde estaba un poco duro. Pedimos la Diavola, con salami picante.
Y de postre un Tiramisu logrado que acompaño con excelencia al espresso y su Limonccello.
En resumidas cuentas es un aceptable italiano, con sus pequeños fallos en el borde duro de la pizza y en la pasta, pero bueno en su totalidad.
Nos seguirán apasionando las comidas transalpinas, con sus quesos fundidos con tomate, con su utilización de las especias, sus buenos pescados y carnes (aunque esto aquí no llega mucho) y su ambiente de tenor gordinflon en smoking cantando Azurro.
Información de ubicación:
Plaza de la Provincia, 3
Ciao a tutti
El Deshollinator
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