con la primavera en la nuca, pasemos el día del padre por la Latina para intentar encontrar comestibles servidos sin reserva. Tras varios desplantes optamos por el restaurante Príncipe de Anglona . Ubicado en la parte baja del palacio con el mismo nombre. Un pijismo barroco nos recibió en el hall de entrada, con unas cortinas lilas, una macro-espejo y un ambiente tenue.
Nos acompañaron a la parte de abajo muy acogedora y positiva mente oscura. El servicio es variado, entre majo y seco, agradable e insípido, pero al fin y al cabo correcto.
Como aperitivo, la tradicional cervecita, que sirvieron con un paté de queso azul y zanahorias bastante rico. Por elección paternal se opto por un vino de Borja, Reserva, un poco peleón.
Los primeros:
- Espárragos trigueros con nata de queso: el esparrago verde no es a mi gusto un producto a pedir en un restaurante, por la falta de utilizaciones sabrosas que se aplican en cocina. Este plato estaba correcto, un una nata aromatizada.
- Raviolis de rabo de toro con setas y tomate: los raviolis eran comprados, o eso parecían, con una falta grande de sal. Un plato mediano desmotivado, que tampoco se repetirá.
Segundos:
- Atún rojo con Salsa Teriyaki y arroz salvaje: empezamos a disfrutar con los segundos y sobre todo con este pescado. Muy buena calidad de atún rojo, con una buena aplicación de la salsa, y un sorprendente arroz salvaje mezclado con trigo.
- Bacalao a la Crema de Pimiento de Piquillo y Alioli gratinado: para ser un plato de pescado bastante pesado, pero muy sabroso y el pescado en su punto.
- Solomillo con salsa de queso y mermelada de frambuesa: el segundo mas flojo, sin ningún acompañamiento a parte de unos chips.
El postre brillo por su ausencia en este caso. Optamos por café y pacharan.
Datos ubicativos:
Calle Segovia 13
Tel.: 91 366 37 53
Otro punto sin final, el continuado cuchillo se afila.
Un Saludo
M.L.
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