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martes, 1 de diciembre de 2009

El Arce,
restaurante soso al paso por la Calle Augusto Figueroa. Rebuscando por guias y leyendo la critica convenció de pleno, así que se reservo una mesa y fuimos dando un largo y tendido paseo.

La entrada del local es un poco rara, encontramos abriendo la puerta unas escaleras y 2 puertas sosas. A l entrar vimos un local curioso, con infinidad de cuadros puestos al tun tun y unos clasistas extravagantes observando la entrada. En el centro tenemos la mesa de postres y un amplio mueble repleto de licores.
Todo el local es de fumadores, así que nos sentamos, pedimos una cerveza, echamos un cigarro y echamos un vistazo. Os adelanto que se come de lujo, pero no crea comodidad la clientela presente. Ni que comer bien sea solo para dandys con pañuelos de seda, encorbatados con puro en la mano y gañanes bigotudos con posesiones en el sector del gasóleo.
El dueño Iñaki Camba, un personaje con pinta cinéfila de cocinero, con su voluminosidad y su bigote que añade el aspecto creativo. Se paseo sigilosamente por las mesas, y se sienta a tomar la comanda a cada mesa, apoya el codo en el borde y empieza a cantar los platos ofreciendo un producto y cuando lo eliges ofrece acompañamientos y salsas. Es curioso y una experiencia que este señor te tome la comanda, pero hay que concentrarse y ser un poco deciso.

Por lo contrario el camarero polaco que nos toco es lo mas seco que te puedes encontrar poniendo platos. Digamos desagradable, e intentamos sacarle alguna sonrisa durante toda la comida y al final lo logramos.
De aperitivo ponen un buen surtido de aceitunas, que con una cerveza entran muy bien. Y hace falta algo de picar porque se tarda en tomar la comanda. Pero merece la pena esperar. En vez de Menú de degustación optamos por pedir a antojo. Nos puso medias raciones para poder probar mas. El vino que nos puso venia sin etiqueta, en una botella verde, y era una mezcla de un vino joven y un crianza si me acuerdo bien, y estaba bonísimo. Pena que no se compre.


Veamos los platos:
- Mar y montaña de ahumados caseros, 17,90€: Un carpaccio de diferentes carnes y pescados, con un buen toque ahumado. Llamo la atención el pulpo y en general el plato, porque estaba muy bueno, la carne se deshacía en la boca. Lo que yo llamo masticar con la lengua.


- Yema escalfada, en cuenquito de patata: una yema al punto, con la base de patata fina. Bueno para los que adoramos la yema del huevo liquida. Podría haberle dado un toque mas de sabor, pero bastante bien.


- Minicroquetas: no me acuerdo de que eran, pero muy buenas.


- Foie fresco con escabeche de manzana: del foie no hace falta hablar porque era de muy buena calidad. Pero el escabeche estaba sublime, perfecta combinación de vinagre y dulzor. Eche algo mas de sal para fomentar el sabor pero fue un plato muy redondo.


- Setas variadas de temporada: asadas al horno. Muy buen producto, pero mal pedido, porque era bastante purista y no luce el plato. Pero muy buen sabor puro.


- Pichón asado: gran salsa y buena cocción de la carne, buen plato.


- El venado o jabalí en distintas elaboraciones: había temores comiendo caza al punto, pero estaba suave y con unos pestos caseros de acompañamiento.


- Arroz con setas: riquisimo, potente sabor. De textura entre arroz normal y rissoto. Buen plato.


Las raciones eran pequeñas pero como pruebas un poco de todo y tardas bastante en comer tienes senasación de llenazon al final. De postre probamos un surtido de postres caseros, y estaban exquisitos.


Para asentar la mezcla estomacal probamos el pacharan casero que estaba majestuoso, con su botella congelada.


En resumen podemos decir que la experiencia fue muy positiva. Un sitio de gran nivel culinario, que a pesar de sus camareros y comensales(excluyendonos), nos sorprende con bastantes platos.
Al ir al baño nos encontramos con toallitas, y aunque suene paleto pero sorprendió el toque de clase.
De precio elevado, digamos unos 70 € por persona.
Para llegar:
Augusto Figeroa, 32
28004 Madrid
Tel.:91 522 0440
Un Saludo gentil,
M.L.

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