la morcilla y el gazpacho repiten, un blogger barrigudo no. Pero hay algunos sitios que incitan a la repetición espontanea. Os confieso que odio repetir restaurantes, porque si repito significa que me pierdo un lugar por descubrir. Pero esta tratorría se ha descubierto por tercera vez.
Estamos hablando de un pequeño y acogedor, incluso romántico, restaurante italiano. Al final encontramos la barra con el chispeante horno de leña, y un mozo "camorresco" con una pala pizzera de madera, metiendo redondas delicias, quesos y manjares en los fuegos.
Las trattorias en Italia no suelen hacer pizza, pero fuera suelen servirlas. Pero gracias a dios a esta excepción, porque asi podemos disfrutar en pleno Alonso Martinez de una impoluta y rústica pizza. El servicio es acogedor y entrañable, majos y detallistas, autóctonos y sonrientes.
La cerveza es excelente, alemana tirando al norte, con los clásicos vasos alargados con una servilleta al final del vaso para que no pringue la mesa.
El origen del local es napolitano, lo que significa que las pizzas son un poco mas gruesas. Encontramos una pasta con salsa de limón, una Pizza rellena de Nutella (nocilla italiana) y una macro Pizza estilo al taglio por 45 Euros.
De entrante picamos unas verduras a la plancha: alcachofas, calabacin, esparragos y pimientos asados en tiras. Ubican una botella de oleo para regar las verduras. Un buen comienzo, ligero y sabroso.
De segundo una de pasta y una pizza. La clásica lasaña, que de tanto hacer fotos se quedo un poco fria, pero fue el único fallo porque normalmente si sale recien del horno tendria que aguantar un poco mas caliente. El sabor de la boloñesa excelente, de cocción larga como se suele hacer.
Y finalmente la Pizza Diavola. Se escasea en creatividad en la pizza, porque si uno se aficiona al picor y aceite rojizo picanton de esta pizza, pues suele pedirla asiduamente. Pero estaba exquisita, con 4 bolitas de mozarela en el centro, que a lo mejor sobraban, pero bien crujiente y con su salami picante.
Reconociendo una devoción por la comida italiana, os digo el secreto: queso y tomate fundido al horno, y que es una cocina mediterranea. Cojamos un poco de mozarella, salami y un poco de tomate y al horno con orégano; una buena chapata, botella de vino tinto y una mantel de cuadros blancos y rojos. OoOOooOOUUHHHHHH Babbo!!!!!!!
De postre un espresso y limoncello. El cafe excelente (estuve toda la noche sin pegar ojo) y el limoncello en un pequeño frasco semicongelado y unas copas alargadas y esbeltas, invitación de la casa.
Ya es la tercera vez y no han fallado en ninguna, pero ya vale porque aun nos queda mucho por descubrir por la muy Noble, Leal, Imperial y Coronada. Los precios estan bien, pero teniendo en cuenta la calidad de la comida. Pagamos 52 €, pero merece la pena.
Ubicación:
C/ Fernando VI, 29, Madrid, 28004
Metro: Chueca
Tel: 913087370
Ambientaros con unas canciones de Adriano Celentano, llamar a buena compania y a disfrutar.
Ciao Ciao
El Deshollinator
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