A la sombra y espalda del neoyorquino Edificio Telefónica, se está remodelando y ambientando el nuevo Barrio Triball, triángulo formado por las Calles Gran Vía, Fuencarral y Corredera Baja y Alta de San Pablo.
En la Calle Ballesta nos encontramos en pleno centro y bullicio del nuevo barrio. Conocido por sus vecinas de vida desahogada y ambiente turbio, el Ayuntamiento se ha puesto manos a la obra para rehabilitar e incentivar esta zona olvidada.Testigo y superviviente de los últimos 60 años es Casa Perico, que mantiene la tradición de antaño, ante la invasión de estrafalarios personajes y mujeres con grandes gafas de sol y andares hípicos.
Podríamos definirla como casa de comidas a la vieja usanza, también se denomina la Casa de la Cuchara, por su diaria oferta de legumbres. La comida se pude definir como madrileña y casera.El lugar tiene su condensado encanto, con una barra repleta de botellas y utensilios, que se prolongan por todo el local. Es familiar y cercano, cómodo y amable, como debe de ser en un sitio así. Nos encontramos con el sobrino de Perico y una mujer madura medio sorda (la mujer de Perico?).
Para no complicarnos, pedimos el Menú, que consiste en 8 platos: 4 entrantes, 1 sopa y 3 principales.
Todos los platos estaban excelentes, con el mérito de elaborar lo más común y repetido en algo especial. Hay que decir que las croquetas cojeaban un poco y que las albondigas podrían haber estado mas jugosas, pero son sólo pequeñas pegas.
Veamos el menú:
Entrantes
- Arroz a lo cutre: un arroz meloso con salchicha y pollo, con pimientos rojos y verdes. Buenísimo, con la textura perfecta del buen arroz meloso y con mucho sabor.
- Gambas en Gabardina y Croquetas: la gamba buena y sin exceso de gabardina; las croquetas aceptables.
- Revuelto de Morcilla con ajos tiernos: muy sabroso y sin mucho sabor a morcilla. Los ajos podrían estar un poco más al dente.
- Ensaladilla Rusa: sublime, la mejor que he probado. Muy fina y jugosa, con una excelente mayonesa; nos contaron que la mayonesa es Ibarra, ya que Sanidad no permite hacer casera desde hace unos años.
Sopa de Cocido: unos pequeños cuencos con fideos gordos y algun tropezón del cocido.
Principales:
- Albóndigas con Salsa de Almendras: con forma de filete ruso y alguna aceituna en la salsa, ricas de sabor pero no muy jugosas.
- Albóndigas con Salsa de Almendras: con forma de filete ruso y alguna aceituna en la salsa, ricas de sabor pero no muy jugosas.
- Escalopines con salsa de tomate: lo mejor del menú, con el tomate casero y los jugosos escalopines, para pedirlo como plato único y rebañar con pan.
- Carne a la brasa: una buena carne con sal gorda y al punto.
Postre: surtido de dulces, con una destacada natilla, helado de turrón, arroz con leche, macedonia, etc.
El comensal acompañante, viajado, semi-erudito y difícil de complacer, ante el café y un Etxeko, optó por utilizar las palabras del Comandante Mc Arthur: “ Volveré”. Y es una buena forma para resumir este sitio. Un lugar que al que apetece volver, donde poco se puede hacer mal, donde el pan se acaba y los platos relucen al ser recogidos.
El precio del menu es 36 € e incluye un buen vino, ya sea Ribera del Duero, Rioja o Somontano. Nosotros pedimos el Montesierra (Somontano), buen vino joven.
Ubicación:
Calle de la Ballesta 18
915 328 176
Como siempre un placer,
El Deshollinator
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