Entre Osos y Madroños

LUA

cada vez mas, nos encontramos con nuevas ofertas de Menús Degustación de Autor, una forma muy fiable de conocer la cocina de un establecimiento y de tener la posibilidad de probar variados platos.

Nombremos Templos como: Viavelez, Tasquita de Enfrente, Caoba, Lieu, Nikkei 225, etc.

Despues de una mudanza de Zurbano a Eduardo Dato, el joven cocinero Manuel Dominguez, propone una cocina de base tradicional, re-interpretando con texturas, técnicas y productos. Una cocina muy sabrosa, fresca y viva.

El servicio excelente, de escuela, muy atento y omnipresente. Mirando la carta de vinos, encontramos La Bruja Averia, un vinazo del joven y entusiasta grupo de Comando G, devoto de la uva Garnacha.

Saludando desde la cocina nos ofrecieron un Irlandés de Lentejas y Boletus, con un toque de canela, muy agradable y potente de sabor, y bien combinado con el toque a canela.

Continuamos con una pizarra, sobre la que encontramos una Tomate de queso, anchoa y piquillo, aceituna esférica un shot de gelee con crema por encima. Plato sorprendente y tirando de variadas técnicas modernas, con cargados sabores.

Abriendo la el economato a productos no ten comunes, nos encontramos con un plato con arenque, mas común en latitudes nórdicas y centroeuropeas. Sobre una cama de tomates y pimientos nos encontramos este pescado de inmensa calidad, con lomos hermosos y su toque de acidez. La base aportaba dulzor, tan bien combinado con la acidez. Plato apto, incluso para contrarios al arenque.

Sopa de Ajo, palomitas de arroz, con trufa y yema de huevo. Intensa y gustosa sopa de ajo, potenciada en untuosidad con la yema de huevo. Bien combinado con la trufa.

Carrillada con setas shitake y curry verde. Buen trato a la carrillada, manteniendo su gelatinosidad, con una condensada salsa bien proporcionada de curry.

Bacalao Pilpil. Como se puede ver en la foto, el pescado esta en su punto de cocción, con las lascas semisueltas. El Pilpil perfectamente ligado, con potente sabor.

Sorpresa final con un postre muy logrado. Una pannacotta cremosa con un gelee y crujiente de violeta. Muy fresco y sin empalagar el denso sabor de la violeta. Guiño castizo.