Busca, encuentra, aprende y mastica.

martes, 7 de agosto de 2012

SACHA

después de muchas sobremesas acordándonos de la obligada visita a esta casa de comidas burguesa, y de habernos perdido para encontrarlo, logramos ubicar esta joya escondida y mimada.
Esta tipología de restaurante es escasa en Madrid y hay que ir buscando el boca a boca de los afilacuchillos presentes. Siempre nos encontraremos con una cocina de mercado-temporada, con una hoja de recomendaciones fuera de carta, una ubicación despopularizada y fisgona, un capitán peculiar y atípico, un mimo y reflexión sobre la cubierta de la vajilla, y sobre todo la capacidad de hacernos subir los extremos de los labios con la boca llena.

Dentro de este selecto grupo encontramos la Tasquita de Enfrente, Viridiana y el que hoy nos ocupa Sacha.
La bonita fachada de madera azul y cristal nos motiva de antemano a una velada con mantel y vino, a soltar la lengua para disertar sobre la soberbia del gusto. "botilleria y Fogón" nos cuentan los cristales, y también muestra a lo que nos presentamos.

Un local muy cuidado  y de estilo bohemio burgués, con sus porcelanas y muebles de madera de época. El servicio es muy clásico y amable, profesional y respetuoso. Merece la pena una vez habiendose acomodado en la silla, girar las cervicales para observar los comensales de la sala. Vuelve a florecer lo burgués, unos colores de chaqueta y corbata atrevidos, pero bien combinados con estilo, el pañuelito en la solapa, una familia mas gris en la otra mesa, 2 hombres de avanzada edad y retirados de los quehaceres de la labor diario conversando,etc.; una situación y ambiente muy impresionista pero cómoda dentro de su burguesía.

Esta casa de comidas es un negocio de tradición familiar, llevado hoy en día por Sacha Hormanechea, un variopinto culto y ecléctico, que se ha labrado una fama también como fotógrafo de comida para Libros de Thermomix y también para el Libro de Cocina del Kabuki Wellington.

Hablemos de los que nos interesa de verdad, la comida. Para empezar nos ofrecieron de aperitivo una Terrina casera con sus pimientas negras enteras, unos canónigos y un buen aceite de oliva. Muy suave y sabrosa, así que buen comienzo.

Fuera de carta nos dejamos aconsejar y elegimos una Brocheta de Chipirrones con Salsa Romescu. Plato correcto sin sobresaltos. Los chipirrones un poco cremosos de textura, no muy de nuestro agrado.


Uno de los platos mas representativos es la Falsa Lasaña de Txangurro. Un plato muy fino y suave. La masa supongo que es comprada ya que es casi transparente y no parece masa de pasta, sino mas una pasta asiática, pero no estoy seguro, estaba muy rica. El txangurro no estaba demasiado fuerte, buen sabor pero no demasiado dominante. Los ajos fritos  el aceite de oliva y el cebollino decoran y finalizan el plato. Para 2 bocados pero menudos bocados.


De Segundo un Guiso de Habas con Carabinero. Un platazo, con su guiso jugoso con las patatas al punto, bien tiernas, con sus melosa salsa bien ligada y las habas en su punto, y el carabinero muy fresco con un toque de calor. Lo triste es que nos encontramos un sabor a comino en el plato y para mi gusto no pega en absoluto, y sobre todo que el comino mayoritaria mente no tiene muchos devotos, por lo cual lo nombraria en la carta.


Y para finalizar lo salado una Ventresca de Atún a lo Iberico. El misterio de "a lo ibérico" consiste en una fina lamina de tocino ibérico encima del atún. Viene servido con una rama de tomillo por encima y una salsa de soja. Buen plato, pero le faltaba algo: cítrico, dulce, etc.


El café y pacharan lo acompañamos con una deliciosa Filloa. Un caramelo con sabor a naranja haca de cama de la filloa glaseada, jugosa y sabrosisima.

2. Visita:
Se suele llamar cocina de mercado, siempre al día del producto de temporada. En Sacha hay un paso mas. Te recomienda unos mejillones, los primeros de la temporada, informando sobre la ria, y luego en la mesa asombra el porte y calidad. En la carne, pues carne roja bien madurada y poco hecha, pero extremadamente tierna, por lo cual hay otra vez un valor añadido.
Unas chuletillas de cordero, pues las mejores que he probado, y las pedimos bien hechas y seguian jugosas.
Y hablar tambien del Tuetano asado, con una salsa reducidisima de fondo de ternera, y el tuetano tal gelatina. La tarta de manzana templada estaba rica.









De precio andan bastante agitados, pero merece la pena. Un sitio para desconectar pedir una botella de pacharan para el postre y quedarse hasta que se apague la luz.

Ubicación:

Calle de Juan Hurtado de Mendoza, 11
28036 Madrid
Tel.: 913 455 952

Hemos vuelto a embocar una caja de tesoros y prometemos volver para desintegrar la carta.

Cordialmente mio,

M.L.

No hay comentarios: