Caffé De Poeti,

trasteando por el Madrid Literario y remirando por las esquinas nos encontramos un bar-cocteleria muy atrayente en las inmediaciones de la Plaza de Santa Ana. Encontramos un vació local, repulido y recién estrenado. Nos acoplamos en las sillas de cuero en la barra y observamos la parte trasera con sus mesas altas, con taburetes cómodos de cuero y sus velas ambientando. Tiene también una parte de arriba visible.

Con un talentoso Pisco Sour y una fresca Caipirinha  establecimos una interesante conversación con su camarero Raul, sobre coctelería: hielos, vasos, rones,etc. 

La barra es muy profesional y los coctailes  están muy ricos y muy bien hechos. Observando el local y hacendo memoria, me vino a la mente el local que se encontraba ahí con anterioridad, un sitio de caña tapa muy desenfadado y "alternativo". Nos explico Raul que al fondo sigue el local y que echáramos un vistazo. Tras subir unos escalones nos encontramos con un alargado espacio muy luminoso y fresco, con unas pequeñas mesas que invitan a una cena informal. En la parte superior encontramos unas cristaleras que da luminosidad al espacio. 

Al final a la derecha tenemos un comedor mas clásico con su carro de licores, su altillo con mesas y junto a la cristalera que da a la calle nos encontramos con unos amplios sillones en blanco y negro, con la posibilidad de cenar. Un lugar muy distendido para una tranquila cena con vistas a la Calle del Prado. Buscando por guias y en la red me encontré con una antiguo local llamado el Cenador del Prado que llevaba 20-25 años. Al intentar ubicar el local me extraño no ponerle fachada. Al final caímos que el nuevo cenador del Caffé del Poeti ocupa este antiguo establecimiento. Da un poco de pena oír del cierre de un buen restaurante en Madrid, sobre todo si no se ha probado.

Centrados en la cena nos deleitaron con un saludo de la cocina con un Hummus con Setas salteadas. El servicio es muy majo y agradable, pero se nota que llevan poco tiempo abierto, con alguna inseguridad pero con trato bastante profesional. Un pequeño fallo fue que al servir el Hummus no nos dijeron que era, que exige la curiosidad y las alergias. Por cierto, sabia un poco quemado.

La carta se basa en la cocina italiana con sus pizzas, pastas, parmigiana, ensaladas, carpaccios, etc. Pero también encontramos comida sudamericana (Anticucho y ceviche) y algun plato español. (Pan Tumaca y Coca con Escalibada y Anchoas).

Para empezar un Ceviche de Corvina Mazatlan (13,80 €) y Spaghetti puttanesca (12,50 €). El Ceviche muy rico y fresco servido sobre hielo, con su toque cítrico y un toque cilantro, y la curiosidad de ser mezclado con aguacate. La pasta estaba buena, con una sabrosa salsa, pero 12,50 € para una salsa con alcaparras, aceitunas y alguna anchoa es un poco desorbitado.

De segundo, un Sudadito Arequipeño de Pulpo (16,80 €), un plato aceptable. De sabor bueno pero no convence en la boca. Pero el precio para un plato tan justo es muy exagerado. En cualquier restaurante por este precio pueden servir un rape o atún a alto nivel.

De postre optamos por una Panacotta de Violetas, una curiosa idea pero al final encaja bien y nos encontramos con un buen postre.

En resumen nos encontramos con una mesa correcta y unos platos apetecibles, pero los precios deberían ser bastante mas ajustados en el precio, no por los tiempos que corren, sino por coherencia.

Ubicación:

Caffé dei Poeti

Calle del Prado 4

91 369 17 83

Llego al fin esta conjunción de palabras y comunico que me alegro de volver a activar este espacio de ilusión y mandíbula.

Un Saludo,

M.L.