Bien flanqueado por 2 grandes cañeadores castizos, que se remueven de lujo en los ambientes con serrín en el suelo y el olor a vino de pitarra. Un Santi con su voz desorbitada y chillona, con su summerismo vital y un David recuperado rizando el ambiente, alimentando la charla y rescatando templos culinarios.
Optamos por una de las zonas nobles de Madrid, se noto en el ambiente y la gente. Este local bastante famoso en la capital tiene 4 hermanos mayores mas a base de restaurantes. Nosotros al ser aun jóvenes y de barra nos fuimos al pequeño que solo es bar. El local muy luminoso y con frescor estaba repleto desde que entramos hasta que salimos. El servicio de toda la vida, profesional, con su gracia. Nos gusto descubrir que el caña-tapa se sigue fomentando en Madrid y nos pusieron mucho calidad para la ausencia de pago en los platos. Desde una rica Morcilla, a unos Calamares en Salsa, una mini Fritura de Pescado y Lomo de Orza. Todo de primera y así da gusto señores. El Lomo de Orza es carne de cerdo de matanza que se fríe a fuego lento en su propia grasa y se conserva en esta grasa. Muy rico lo ponen si lo pides de ración, lo calientan un poco y lo sirven con un poco de aceite de oliva.
Para dejar de salivar pedimos una Fritura variada y unas Coquinas. Productos de primera calidad sin pegas. Los precios son ajustados y salimos ilesos.
Ubicación necesaria:
Esquina General Pardiñas con Calle de Padilla.
Metro Nuñez de Balboa.
Saludos picadores de barra y recortadores de jamón.
M.L.
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