El Barril de Recoletos,
motivados por una apetencia a marisco y pescado, fuimos a este nuevo restaurante en la Calle Recoletos nº 9.
Esta dentro del Grupo Oter, uno de los mas importantes de Madrid, con restaurantes como: el Barril de Goya, El Gran Barril, La Leñera, El Gerardo, Colonia Norte, Teitu, etc.
Su punto fuerte son las materias primas, surtidos de excelentes mariscos(gambas de Huelva, Ostras, Percebes, Cigalas, Centollos, Bogavantes, etc.) y pescados (rape, bacalao, mero, lenguado, etc.). En la carta encontramos también alguna carne. Esta es la parte buena de pertenecer a un gran grupo hostelero, y podemos estar casi seguros que en cualquiera otro establecimiento de la cadena tendremos también excelentes materias primas.
Un gran problema de este tipo de explotación es la monoteización de los restaurantes, falta de creatividad, estandarización de la comida y el servicio; y se convierte mas en un negocio puro y duro que en una pasión e ilusión de un cocinero con ganas crear un sitio diferente e único.
La comida en el Barril de Recoletos es buena, con sus pros y sus contras. Para picar sirvieron unos trozos de pastel de salmón, que estaba muy jugoso y con un suave sabor a salmón.

motivados por una apetencia a marisco y pescado, fuimos a este nuevo restaurante en la Calle Recoletos nº 9.
Esta dentro del Grupo Oter, uno de los mas importantes de Madrid, con restaurantes como: el Barril de Goya, El Gran Barril, La Leñera, El Gerardo, Colonia Norte, Teitu, etc.
Su punto fuerte son las materias primas, surtidos de excelentes mariscos(gambas de Huelva, Ostras, Percebes, Cigalas, Centollos, Bogavantes, etc.) y pescados (rape, bacalao, mero, lenguado, etc.). En la carta encontramos también alguna carne. Esta es la parte buena de pertenecer a un gran grupo hostelero, y podemos estar casi seguros que en cualquiera otro establecimiento de la cadena tendremos también excelentes materias primas.
Un gran problema de este tipo de explotación es la monoteización de los restaurantes, falta de creatividad, estandarización de la comida y el servicio; y se convierte mas en un negocio puro y duro que en una pasión e ilusión de un cocinero con ganas crear un sitio diferente e único.
La comida en el Barril de Recoletos es buena, con sus pros y sus contras. Para picar sirvieron unos trozos de pastel de salmón, que estaba muy jugoso y con un suave sabor a salmón.
Entrantes: como capricho nos pedimos unas Gambas de Huelva a la plancha, que estaban en su punto, jugosas y eran bastante grandes. El problema es que llevaban mucha sal gorda y mataba un poco el sabor de las gambas. Pero la calidad era muy buena. Por curiosidad pedimos unos Chanquetes, que venían empanados y fritos, con huevos estrellados. Sabia mucho a frito y el sabor del pescado casi no se notaba. Y finalmente para rematar el pre-calentamiento, unas Tortitas de Camarones con Romescu, mas pequeñas que las normales pero aun así buenas.



Platos principales: unos Chipirones de Anzuelo (muy común también en los otros restaurantes del grupo la tipología de anzuelo), que venían sin guarnición y con las patas en el centro amontonadas. Estaban tiernos y con buen sabor. 

El Bacalao al pil-pil y a la vizcaína, venia en el mismo plato. Muy buen pescado, cocinado al punto y las salsas buenas, aunque la vizcaína mata mucho el sabor del bacalao. 
Y finalmente un Rape, que venia en un trozo pegado a una gran espina, parecía una paletilla de cordero. La carne estaba muy buena de sabor, un poco carente de salsa, la carne estaba buena y aun jugosa, aunque podrían haberla tenido un poco menos en el horno.

Dulzuras: un Hojaldre de Manzana con helado de vainilla, unas finas laminas de hojaldre y manzana caliente. Muy rico, pero el helado estaba demasiado dulce.
Y también optamos por un Tiramisu, que no tuvo éxito. El bizcocho consistía en los palitos duros recubiertos de azúcar, cubiertos de la mascarpone. Ni habían emborrachado el bizcocho para que este jugoso, y un tiramisu duro no me convence.
Y también optamos por un Tiramisu, que no tuvo éxito. El bizcocho consistía en los palitos duros recubiertos de azúcar, cubiertos de la mascarpone. Ni habían emborrachado el bizcocho para que este jugoso, y un tiramisu duro no me convence.
El gran fallo fue el servicio. Nos atendió una chica de rasgos asiáticos-filipinos muy mona y tímida. Estaba muy perdida, no entendía muy bien lo que le pedías. A mi me dan mucha pena este tipo de camareros/as que trabajan en lugares elitistas y tienen que aguantar mayoritariamente a elitistas o ejecutivos sin piedad. Pero lo normal en un restaurante tan caro y encima de una cadena tan prestigiosa, seria tener o bien, un camarero de los de toda la vida, de los que hacen el servicio fácil y cómodo, y saben perfectamente lo que hacen; o bien un chaval joven que haya estudiado en una escuela hostelería, y vaya preparado para trabajar a esos niveles.
La nota nos la tomo una mujer que sabia lo que hacia, y también sirvió los entrantes. Los platos principales los trajo el Maitre. Pero ya en el postre apareció esta pobre chica, con una saturación mental creciente. Se le olvido el café y el chupito de Pacharan, y eso que eramos una mesa de solo 3 personas. Cuando pedimos Baines, no sabia lo que era, y creo que si no la avisamos nos trae Baileys. Deja bastante mal sabor de boca y una gran zanja entre el precio y la calidad del servicio.
La nota nos la tomo una mujer que sabia lo que hacia, y también sirvió los entrantes. Los platos principales los trajo el Maitre. Pero ya en el postre apareció esta pobre chica, con una saturación mental creciente. Se le olvido el café y el chupito de Pacharan, y eso que eramos una mesa de solo 3 personas. Cuando pedimos Baines, no sabia lo que era, y creo que si no la avisamos nos trae Baileys. Deja bastante mal sabor de boca y una gran zanja entre el precio y la calidad del servicio.
Información orientativa:
Calle Recoletos, 9
28001 Madrid
91 436 11 01
Un gran besazo a mi hermana Jeannine, que hizo estas pedazo de fotos.
Salut Señores,
El Deshollinator
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