En Chueca, cerca de la Plaza Vázquez de Mella, encontramos este restaurante tradicional que resiste como un fortín a avalancha de lugares fashion impersonales del barrio. Es uno de los pocos sitios que quedan en la Zona donde se puede comer unas buenas carnes y pescados tradicionales, y unos entrantes de toda la vida.
La decoración nos dejo un poco desconcertados, ya que tiene alguna un toque oriental, se nota en el baño que parece mas bien de un restaurante griego que español. Si alguien se entera de la explicación que comparta. Pero es un local bonito y acogedor.
Su especialidad es el bacalao, como anuncian por fuera. El resultado fue que pedimos solo bacalao, a la bilbaína y vizcaína. La calidad del pescado era muy buena y estaba al punto, se deshacía solo. El problema que utilizaron para una salsa tomate frito y demasiado pimentón y destrozaron un poco el buen pescado.






Con el aperitivo nos sorprendieron con una bandeja con una pitarra de aceite de oliva, jamón, pan tomate triturado y aceitunas. Muy buena idea y perfecto para abrir el apetito. De primeros platos pedimos unos espárragos trigueros, que eran inmensos y estaban buenísimos con su sal gorda. Y también un plato de brandada de bacalao (pufff), muy bueno, servido con pan de molde tostado.
En resumen estamos ante un lugar para disfrutar de la comida española, difíciles de encontrar en Chueca, que cada día apuesta mas por la estética que por el estomago. El precio aproximado para 2 personas es de 100 Euros, pero también porque nos pusimos tibios a Pacharan, se pidió un postre y bebimos una botella de vino.
Comimos muy bien sin esperarlo y nos fuimos con una leve sonrisilla por la satisfacción del descubridor y el efecto de las endrinas en la sangre.
Información:
C/ Infantas 28
28004 Madrid
Tel.: 915220945
Amen Señores,
El Deshollinator
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