En la Calle Duque de Medinaceli, cerca de la Calle Huertas, se ubica este bar andaluz. Da una buena primera impresión, de sitio de gazpachito, chopitos y unas pringas.
No os puedo hablar mucho de la comida ya que solo probé el salmorejo, que no estaba muy alla, y un pincho de tortilla, que era comprada y estaba bastante fria.
Lo bueno del bar es que son muy majos, pero si la tortilla no es buena, no incita a volver.
Interesa mas el andaluz de al lado que pone flamenco, se llama el Quitapenas y es mas auténtico, las tostas estan buenas. Buen sitio para ir con amigos a charlar y calentar motores con unas cañas. No es un sitio para ir a cenar, pero si para picar alguna cosilla. Bar con solera, con encanto, con duende y arte, de domingo soleado.
Y un poco mas adelante tenemos El Gato, un bar muy bonito, con una barra buena de tostas que estan ricas y con unas ensaladas grandes y con chicha. Yo las veces que he ido me ha gustado, el fallo son los camareros, que parecen Latin Kings, y son bastante insolentes y maleducados. Una familia amiga trasnochera y tabernera auténtica la timaron a la hora de pedir, vendiendole surtidos de embutidos por separado en vez de el plato variado que pidieron. Muy chorizos, y con esa actitud chulesca, chulo yo que soy de Madrid chulapón. Lo mejor es coger sitio en la bonita barra, pedir unas tostas y echar unas cañas; no es un sitio para ir a cenar sentado.
Un saludo y a cuidarse,
El Deshollinator
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