SAMARKANDA.
En plena Estación de Atocha, escondido al final, se encuentra este restaurante ambientado en la ciudad que fue parada obligatoria en el Orient Express. No hace falta que os hable de la belleza del entorno de esta estación, idónea para este tipo de restaurante.
La comida es de mercado-elaborada, con esbozos creativos. El inmueble es muy bonito, con su ámplia barra y cafetería en el centro, con vistas al Jardín Botánico de la estación, creado por el polémico Rafael Moneo. En los costados encontramos los 2 áreas del restaurante, uno para fumadores y el otro para los sosos que no fuman. El servicio es bastante antipático, llamó bastante la atención su falta de interés, y eso que había miles de camareros por ahí dando vueltas.















Ya me había preparado para un festín, habiendo escuchado hablar mucho de este sitio. La comida fue una decepción. De primero pedimos Bocartes a la sidra con tartar de tomate, los bocartes son boquerones. Estaban casi frescos, ni anchoa ni en vinagre, ni fu ni fa, no convencieron. Iban sobre un pan de molde tostado que estaba ablandado. El otro primero fueron unos Raviolis de Rabo de Toro con Salsa de Foie. La pasta era negra e iba relleno un un poco de rabo de toro. La salsa no sabía a queso, no se donde se dejaron el foi, estaba bueno pero iban bañados en esa salsa espesa con sabor a queso. Es un poco torpe hacer unos raviolis rellenos con rabo de toro(que es una muy buena idea) y dejarlos nadando en una salsa de foie que sabe a queso. La pasta rellena tiene que hacerse en una buena salsa caldosa y con un poco de mantequilla.
















De segundo, el plato que mas convenció fue Carrillera de Ternera Braseadas a la Cerveza con Patatitas Nouset, con sus minipatatas y una buena salsa con mucho condimento y sabor, aunque la carne podría haber estado mas blanda.
El otro segundo fue Lomo de Ciervo con Batata Vainillada Y Salsa de Miel y Salvia, con el lomo al punto, lo que lleva a que parezca muy blando por fuera pero a la hora de cortarlo sea como goma. El problema de las carnes de caza es que son mas duras y al punto difícilmente se ablandan; es una carne mas para estofado. La batata vainillada estaba dulce, por lo que se probó y creó bastante curiosidad, pero para comértelo entero no es. A lo mejor con unas fresas por encima y bien de chocolate estaría mejor.















De postre me deleitaron con una "torrija" con manzana caramelizada por encima y helado de vainilla, un postre rico.
Aquí os dejo la pagina web para ampliar información:

http://www.restaurantesamarkanda.com/

Creo que es mas recomendable para ir con una bella donna a la cafetería a tomar algo, antes de ir al restaurante.

Un saludo señores y a ver si me recomendáis restaurantes en los comentarios.

Un placer obvio,

Deshollinator