LA BUENA VIDA.

En busca de un buen restaurante pero no muy clásico, buscando una creatividad y unos detalles, se eligió este restaurante en la zona de Chueca, pero ya llegando al Paseo de Recoletos.

De ambiente semibohemio, con música variada (Jazz, Sinatra, etc.), iluminación escasa, buena carta de vinos (hay somelier, es femenina, lo cual fue muy de nuestro agrado), camarero joven y simpático, exposición de cuadros, en definitiva un sitio para disfrutar y pasar una franja de tiempo agradable.

La comida sorprende. Una de las anécdotas curiosas fue el recital del camarero de las sugerencias interminables; de todas las que nombro no había una que entendiese todas las palabras, no sé si eran productos o elaboraciones tan sofisticadas, o que el dueño literatiza los manjares a lo abstracto.

El Caldo elegido fue un Viña del Vero Gran Vos, muy acertado. Es un Somontano, de tierras aragonesas, que en los últimos años se han dado a conocer, también con vinos de Cariñena. Os aconsejo también el Enate.

Para seguir las modas ofrecen diferentes tipos de pan y ponen para picar unas tarrinas con aceite, y unos dips de aceitunas y otro de mango.

De primero elegimos unas sepias pequeñas con salsa de tinta y judías en juliana, exquisito. El foie con reducción de Pedro Ximénez es aceptable, pero habrá otros deleites de mayor acierto.

El segundo (Plato para 2) digno de enmarcar. Carrillera de Cerdo Ibérico de Bellota, con unas patatas tipo deluxe del McDonalds caseras y unas judías verdes escaldadas. Se acompaña con una jarrita de salsa. No puedo reprimir la comparación con las salsas alemanas de guisos, consistentes y sabrosas.

El modus operandi fue ir cortando poco a poco trozos de carne de la pieza, el principal problema es que la cantidad de carne se enfría rápido, mi solución es llevaros lo que sobre a casa. Ya sé que en España no es muy usual y tampoco está bien visto, pero realmente es una tontería sentir vergüenza por ello; primero y a lo simple es comida que hemos pagado y podemos disfrutar también en casa; y segundo, es una muestra de satisfacción hacia el cocinero, así que hacerlo algún día, yo estuve los 2 días siguientes comiendo carne.

De postre se eligió una tarta de queso casera, muy simple pero notable, con su salsa de frambuesa.

Estamos ante una apuesta segura, da gusto saber que existen rincones con esa exquisitez y sensibilidad.

Dirección:
Calle Conde de Xiquena, 8, Madrid, 28004
Teléfono: 915313149

Un Cordial Saludo

El Deshollinator