Para no abandonar la gastronomía del Norte hablamos hoy de esta Sidrería en una calle que pocos conocen, y que mas ha cambiado su oferta culinaria en los últimos años. Hablamos de Caballero de Gracia, con su Pink Sushiman, su Fresco y la Gloria de Montera. No entréis en el número 4 de esa calle que es donde se ejerce esa profesión tan antigua, que tan divulgada se encuentra en esta zona.
A la vuelta de la calle encontramos el Centro Cultural de los Ejercitos, como ya os comenté sitio recomendable para el Menú del Día clásico.
Debido a mi asiduidad a esta zona, visitamos un día el Galopín, una sidrería de clientela ejecutiva, pero que por las noches se normaliza un poco. Tiene un menú del día de 15 Euros, con pieza de carne y platos suculentos, que en la relación calidad-precio es muy bueno.
Nosotros pedimos a la carta. Tienen las barricas de sidra incrustadas en la pared como debe ser y van rellenando el vaso según vamos acabandolo. La comida flojeó un poco, aunque también hay que decir que los precios no son muy elevados. De primero pedimos unos piminetos rellenos de txangurro y unas croquetas de bacalao, un entrante correcto. Los espárragos trigueros estaban un poco duros, sería cuestión de pelarlos un poco mas y luego freirlos.
De segundo unos chipirrones en su tinta, también correctos pero no entusiasmaba; y un ajoarriero con 2 salsas, nada bueno, el tomate que sirven como salsa es tomate frito cotidiano, y hay mucha mezcla en el plato.
Hubiese sido mejor idea adentrarse en las carnes pero a lo hecho pecho.
De postre un sorbete de sidra, curioso y rico.
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